lunes, 31 de marzo de 2008

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Un perro está aullando. El sonido penetra las ventanas de las casas. Así acaba este día. El aullido del animal entra en mis oídos. Me alimenta de vida animal. Desbarata las palabras. Es un punto de partida. El lunes del aullido.

1 comentario:

Girasol dijo...

A veces nosotros colaboaramos en la vida de los humanos con pequeñas cosas como un lamenton o un ladrido de advertencia...