Estaba casi dormido. Recordé que no había escrito el post del día. Al principio no quise levantarme, pero en la oscuridad, la imagen de un niño pidiendo comida apareció. Un niño que se comía mis palabras todos los días. Lloraba sin descanso. Balbuceaba ¿dónde está la comida?
Qué quieres que te diga. Me levanté por ti y ahora tengo insomnio. Me levanté porque creí que un blog puede estar vivo, como un niño que come palabras.
Nunca te faltará la comida. Ahora déjame dormir.
Pero ya no puedo dormir. Solo me queda dar vueltas, jugar solitario en la pc, o leer un libro que de sueño. Quizás buscar algún libro de numerología, o a aquel autor que dijo: toda la vida está dentro de la literatura.
miércoles, 9 de abril de 2008
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3 comentarios:
en tu blog cada día significa algo, eso está muy bueno, me dan ganas de tener un diario, quizás el de la evolución de una pintora, sí, pero me falta mucho camino por recorrer, recién llevo un par de meses en el taller de pintura, saludos!
Siempre te reinventas.
te enamoraste de tus postss
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