sábado, 5 de abril de 2008

24

Hoy desperté como un anciano. Conforme iban pasando las horas, me iba transformando en un hombre de 40. Al atardecer, un viento de juventud me acompañaba. En la noche, la vida se fue haciendo más simple. Caminé rumbo a casa, como un niño absorto en sus pasos.

Ahora falta poco para entrar en la cama: el feto del sueño.

2 comentarios:

Alejandro Vargas dijo...

excelente entrada, me encantaron los 4 pasos de la vida.
Es como el acertijo de la esfinge, qué animal anda en 4 patas en la mañana, en 2 en la tarde y en 3 en la noche?

Kat dijo...

mmmm
prefiero ser embrión