Los días me han declarado la guerra. Vienen aquí como maniquíes iracundos. Se resisten a la menor reflexión, a la menor anécdota. Sus ojos no quieren expresar nada. Me obligan a tomar medidas drásticas. Pero si aniquilo al día de mañana, al día después de mañana le dará igual.
Quizás deba reconocer mi derrota.
lunes, 12 de mayo de 2008
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2 comentarios:
podes reconocer la derrota, pero llega a la victoria viviendolos mejor!
un beso grande!
me gusta mucho la idea de tu blog.
No me imagino un maniquí iracundo. sobre todo por el arquetipo en mi memoria de la película (donde la chica es una princesa congelada por un hechizo por siglos).
Muchos saludos, che.
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