Mi tío Paco volvió a pelear. Como en la pelea anterior, estaba ganando los primeros rounds, pero un gancho sorpresivo lo tiró a la lona.
-Estaba peleando con un segundo contrincante. Un fantasma que miraba mis golpes con rostro inexpresivo. Yo estaba ganando la pelea, y de repente, el fantasma hace un solo golpe, y me noquea. Estaba allí para decirme: es imposible ganar.
sábado, 3 de mayo de 2008
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4 comentarios:
Yo creo que con eso es de mas orgullo volver a luchar. Aprendes de tus fantasmas y evitas sus mismos golpes.
El tío Paco la tiene clarísima, los fantasmas están ahí para indicarnos algo de lo imposible.
Está en nosotros seguir transitando los pasillos sin escuchar sus pasos.
Lilián
los fantasmas, que nunca fallan, y eso que a veces son gelatinosos... :)
saludos
En ese caso, hay que aceptar la derrota. Ante todo, hay que ser elegante.
Abrazos
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